La pasada semana tuvo lugar el retorno a la Catedral del retablo de la Virgen de la Leche tras su restauración en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, donde permanecía desde hace dos años. Los trabajos de intervención llevados a cabo han sido varios, aunque destacan el fortalecimiento de la estructura general del retablo y la reposición de la mazonería necesaria para su sujeción. También se ha realizado una limpieza tanto de las tablas pintadas al óleo como de los marcos y el resto de estructuras para eliminar los marmoleados y repintes del s. XVIII, lo que ha permitido recuperar la policromía original del s. XVI.
Se trata de una obra cargada de simbolismo dedicada a la figura de la Virgen María como Corredentora. En la tabla central aparece María amamantando al Niño, y junto a ella se representan diversos santos cuyas devociones poseen un carácter profiláctico, como Santa Águeda, los Santos Cosme y Damián o Santa Margarita. Los visitantes de la Catedral podrán así contemplar de nuevo esta obra, cuya restauración ha corrido a cargo de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León.
