Las catedrales son un organismo vivo y por ello el rico patrimonio que atesoran es debido a la adquisición de distintas obras a lo largo de la Historia. Así se enriquece el templo, se custodian importantes obras y se les da un sentido catequético para el momento en que fueron creadas. Las obras de arte son una clara propaganda, en este caso religiosa, que ayudan a entender, comprender y reflexionar sobre los misterios que encierra la Palabra. Un uso adecuado de estos instrumentos artísticos nos permitirá fácilmente llegar a lo que todo cristiano aspira: Su encuentro con Dios por medio de la oración.
La Catedral Nueva comienza su fábrica en 1513 y es consagrada tras su conclusión en 1733. A lo largo de los 220 años que duraron las obras y con posterioridad, los estilos artísticos imperantes en cada momento han ido dejando su impronta. De tal modo contemplamos en la arquitectura elementos desde el Gótico al Neoclásico, pasando por el Renacimiento y Barroco reflejados a su vez en estilos más locales como el Plateresco y el Churrigueresco.
Retablos, sepulcros, imágenes en escultura y cuadros de distintas épocas, llenan las capillas laterales de la Catedral, consiguiendo de esta forma un compendio de elementos que forman parte de un todo, señalando así la continuidad en el tiempo y la clara funcionalidad de formar parte de un todo.
En esta línea, incorporamos una obra más al patrimonio de la Catedral, ocupando en este caso la parte exterior del presbiterio, en la nave del Evangelio.
La obra Las profecías se cumplieron y el Verbo se hizo carne» ha sido realizada en el año 2021 por Ángel Gómez Mateo. Todo el colorido del cuadro se ha creado en tonos cálidos y suaves pero con gran luminosidad. El autor desarrolla así su línea pictórica dentro del Nuevo Realismo Simbólico. La técnica utilizada ha sido el óleo sobre lienzo sobre soporte de madera.
La columna central del cuadro y el tema principal están formados por el Espíritu Santo y la Virgen María. La Virgen crea con sus ropajes de intensa blancura una cascada de pureza sobre la que está el Niño Jesús, siendo éste el centro total de la composición y de todas las líneas de fuga del cuadro. Como base de esta columna están representadas las Sagradas Escrituras. De esta manera, se refleja cómo esa Palabra se hace carne, que viene del Espíritu Santo y es encarnada en María.
En las cuatro esquinas hay unos medallones sobre pan de oro con personajes que vinieron prediciendo la llegada del Mesías. Ellos son: Virgilio, Sibila, Isaías y Juan el Bautista como último de los profetas y contemporáneo ya de Jesús el Señor. Son los que anuncian la Encarnación, señalando su importancia y por ello aparecen representados en las cuatro esquinas de la obra, como pilares fundamentales. La presencia de estos personajes, podría compararse con la referencia a los reyes y profetas del Antiguo Testamento en la predela del retablo de la Catedral Vieja, cuyas 53 tablas desarrollan después los pasajes más importantes de la vida de Jesús narrados en los Evangelios.
En la parte derecha está representada la Iglesia, con personajes de todas las épocas. Un Ángel los precede indicándoles el camino que han de seguir los que se consideren miembros de esa Iglesia, de la que Jesús, la Palabra hecha carne en María es la cabeza. También aparece un pastor junto a una canasta de uvas y una hogaza de pan (símbolos claramente eucarísticos), como ofrenda en la participación de los que profesamos nuestra Fe. Los personajes representados son: María Magdalena, Juan el Evangelista entre otros apóstoles, el Papa Francisco I, el anterior obispo de Salamanca Mons. D. Carlos López Hernández y el canónigo de la Catedral D. Daniel Sánchez y Sánchez. Con la presencia de personajes históricos y actuales se pretende mostrar la intemporalidad del tema representado en la obra.
La parte izquierda está presidida por la estrella guiando a los Reyes Magos como ejemplo de búsqueda del camino para encontrar a Dios. Los Reyes Magos visten ropajes blancos como símbolo de la pureza necesaria para los que van a su encuentro con El Señor. Los acompañan personajes de otras épocas: Filósofos, poetas griegos y de otras culturas, junto con niños y jóvenes actuales reflejando de nuevo la intemporalidad.